Significa que debes ser humilde, como el pan, que no figura en la lista de platos exquisitos; está ahí, siempre para acompañar.
Significa que debes cultivar la ternura y la bondad, porque así es el pan, tierno y bueno.
Significa que debes estar siempre dispuesto al sacrificio, como el pan que se deja triturar.
Significa que debes vivir siempre en el amor más grande, capaz de morir para dar vida, como el pan.
Déjate amasar por las contrariedades, los trabajos y los servicios a favor de los hermanos.
Déjate cocer por el fuego del amor y del espíritu.
Después ya podrás ofrecerte a todos los que tengan hambre.
Rafael Prieto Ramiro.